Conseguir que un niño adquiera buenas costumbres suena complicado. Da igual que sea programando o en la vida misma. Afortunadamente, en la programación es mucho más fácil que con los asuntos de seguridad vial, alimentación y salud. Lo único que tenemos que hacer es tenderles una trampa. Y dejar que caigan en ella.

Seguro que alguna vez usted ha dado muchos y muy buenos consejos a sus hijos. Lo mismo que, probablemente, hicieron sus padres con usted. Y también es probable que a sus hijos sus consejos les entraron por un oído y les salieron por otro. Como le pasó a usted con los consejos de sus padres. ¿No? Y es que al final la manera de aprender no es escuchando, escuchando, escuchando. La única forma de aprender es por la práctica y cometiendo nuestros propios errores.

Por ejemplo, la preparación de una placa de Arduino se debe realizar siguiendo unos ciertos pasos descritos en las siguientes diapositivas.

Pero no es suficiente con explicarlo claramente. Es necesario que practiquen. Por eso se les propone un ejercicio.

En realidad, el objetivo de este ejercicio es que los alumnos cometan algún error en la preparación de la placa. Nuestra experiencia dice que es bastante habitual.

Por eso en la siguiente diapositiva, en la versión para el profesor, le advertimos de lo que puede suceder. El objetivo no es evitarlo. El objetivo es, precisamente, que algún alumno cometa el error para así poder señalarlo.

En definitiva, es sencillo: hay que ser conscientes de los problemas que suelen cometer los niños cuando comienzan a programar.